¡Válgame Dios, cómo está el mundo ! No sé si usar la palabra revuelto o revolvedor, porque revuelto se ve que sí, aunque también revuelve un poco las tripas. ¿Qué ha pasado en Oslo? Un suceso más típico de instituto estadounidense que de un país tan civilizado, educado, moderno, como es Noruega. País de reyes, de dioses con nombre de trueno, vikingos, de bellos y bellas nórdicos, con tanta historia que ha sabido sacar toda su sabiduría para ponerse a la vanguardia de Europa, con sus 52 semanas de baja maternal (frente a las 16 semanitas de ná in Spain), cobrando el 100x100 de su sueldo durante 42 semanas y el resto el 80x100 de la nómina, qué fantastico hubiese sido vivir allí con sus 3.800 euros al mes de sueldo mínimo. Y ahora, la sola idea de plantearse esa posibilidad ya pone la piel de gallina. ¿Cómo ha podido suceder algo así? Una auténtica masacre es lo que ha enmudecido al mundo cuando delante del televisor, millones de personas veian estupefactas como un individuo descerebrado, psicópata antisocial, sin un mínimo de compasión y de remordimiento, convertía en un campo de tiro todo un campamento de jóvenes que han visto truncada su existencia mientras otros tantos llevarán en sus retinas rios de sangre y desolación y lloraran las pérdidas de sus amigos, hermanos, primos y tantos y tantos chic@s que el único pecado que habían cometido había sido querer desconectar de los estudios y disfrutar de unas merecidas vacaciones, mientras una escória humanoide hacía lo propio con sus armas y sus ideales de demoníaca ultraderecha.El Maligno estuvo de vacaciones en Oslo.
Este es nuestro mundo, sí señor. Unos nacen y otros mueren, pero morir por morir, sin venir a cuento, no es de este mundo, al menos del mío.
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