Adiós Amy, hasta pronto, see you again. Siempre con las maletas hechas pero nunca te decidias a cruzar el umbral de la puerta. Has entrado a formar parte de esa maldita generación de chic@s "especiales", tocados por la gracia infinita de las musas, y que se negaron a crecer, que se sintieron atrapados en un mundo que no era el suyo: un mundo donde el destino les obsequió con lo mejor, con lo que un simple mortal se hubiese cortado ambas manos y ambos pies por tenerlo. Tu mundo estaba rodeado de paredes de algodón que te amortiguaban los golpes de tus caídas siempre tan habituales, siempre tan observadas por millones de ojos impasibles, por eso nunca llevabas los moratones que he llegado a tener yo, porque en mi mundo las paredes eran de roca viva, de hormigón armado y debía andar siempre con mucho ojo por si los excesos me hacían caer y romperme las costillas o la crisma por eso yo me desenganché de toda la mierda que a ti te ha ido matando, de toda la mierda que se llevó por delante a otros privilegiados antes que a ti y que seguramente al abrir de nuevo los ojos exclamaron: - !por fin libres ¡. ¿Es así como te ha pasado a ti, o tal vez de tu último viaje todavía estes un poco "flipada" entre la cumbre y la caída y pienses que en cualquier momento vendrá el amante y/o pringado de turno que has elegido como marido, porque necesitas batir el record de matrimonio y divorcio en 10 horas, y te despertará ofreciéndote con un poco de whisky barato en un vaso roto.
Pobre princesa, muñequita de trapo hecho girones, con esa voz de oro que tan poco has sabido usarla. Y luego dicen que nadie quiso escucharte cuando pedistes ayuda, pero my darling, ¿realmente pedistes ayuda alguna vez o estamos todos con un problema de sordera del copón?, porque en el palacio oscuro que te tenía prisionera, te recuerdo baby, que entrastes tú solita y la llave la tenías tú y nadie más que tú, lo que pasa es que tenías la vista y el cerebro tan nublado por la mierda que te estabas metiendo, que tus neuronas ya no podían hacer sinapsis entre ellas para ayudarte a recordar dónde mierdas habías dejado la puta llave para salir de este paraíso negro. Ahora la gente que te llora, piensa que nadie quiso ayudarte, que aún sabiendo que ibas y venías con la muerte en tu mirada, nadie movió un dedo por ti: es como si el resto de la humanidad fuesemos los monstruos de siete cabezas que te estabamos custodiando en este tu paraíso particular de polvo blanco y aire etílico, pobre mujercita de apenas 66 libras de peso, imagen parásita de ti misma ¿cómo explicarles que no se puede tapar el sol con un dedo? por más que uno lo intente, si uno no se salva a sí mismo, nadie puede hacerlo.
Querida Amy, ojalá cuando despiertes de este tu último y paranoico viaje veas con tristeza cuál fácil era encontrar la salida de este pozo oscuro donde vivistes tus últimos años, ojalá los que te precedieron de este maldito club te tiendan una mano y te consuelen y puedas encontrar la paz y la alegría que una vez lanzastes de una patada tan a lo lejos de ti misma. Aquí en este mundo que has dejado toma nota que ya eres un mito, una leyenda y nosotros seguiremos escuchando tu voz, pero como siempre, sin oirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario