CONTEXTUALIZACION
Sigmund Freud es considerado “el padre del psicoanálisis”, una corriente que se centraba en el estudio de las mentes anormales, del inconsciente, de los sueños, de los traumas sexuales, de la sexualidad infantil, en otras palabras: del mundo “invisible” y hasta entonces desconocido que rodea y maneja a su antojo la conciencia humana.
Hasta ese momento, nadie se había atrevido a tocar de manera profunda el tema del inconsciente, y fue Freud con un pretendido afán de “conquistador”, de “nuevo Mesías” de la psicología, quien se atrevió a no solo entrar en estos temas, sino que además le dedicó toda su vida.
Freud pretendía crear con el psicoanálisis una psicología que fuera ciencia como todas las demás, que no se la excluyera sólo por ser abstracta. Como método experimental utilizó la psicoterapia, una técnica que se basaba en las conversaciones con sus pacientes como datos científicos y la sesión analítica como método válido de investigación, cosa que le planteó serias dificultades para que la nueva técnica fuese aceptada por sus colegas psicólogos.
Freud creó el psicoanálisis a finales del s. XIX. El contexto histórico se remonta a la época victoriana, una época en la cual Europa está en pleno desarrollo industrial (recordemos que durante la revolución Industrial s. XVIII – XIX, apareció el proletariado, la clase más baja de la época, se ve obligada a trabajar para la burguesía por carecer de medios de producción y viviendo dentro del capitalismo naciente)
Aunque las sociedades ya se están desarrollando económicamente, la natalidad empieza a disminuir en las ciudades debido principalmente al alto nivel de vida y a lo costoso de la manutención infantil (colegios, medicamentos, alimentación) y por eso las familias dejaron de ser numerosas y pasaron a tener 3 ó 4 miembros, cosa que no ocurría con la clase rural ya que para ellos la descendencia suponía un recurso económico más, siendo utilizados (los niños) desde muy temprana edad como mano de obra.
Al no tener acceso (o no existir) métodos anticonceptivos artificiales (preservativos, pastillas anticonceptivas, DIU…) la clase media-alta se vio obligada a recurrir como método fiable a la abstinencia, dando por finalizado el periodo de libertad sexual del que al parecer, seguían gozando los campesinos. Y apareció un nuevo mal que aunque fue acuñado por Willem Cullen en 1769 para definir trastornos sensoriales y motores causados por enfermedades del sistema nervioso y ligado a la ansiedad, Freud lo denominó psiconeurosis y los relacionó con transtornos obsesivos debidos al rechazo del sexo, que en realidad es algo positivo para el individuo. Todo lo que es llevado al extremismo radical tiene consecuencias desastrosas sobre el individuo.
La nueva sociedad vienesa descendiente de la era industrial, era una sociedad reprimida, temerosa y de doble moral: por un lado los hombres deseaban a sus mujeres, pero no podían tener acceso a ellas y recurrían generalmente a la prostitución y los que no, padecían serios problemas de impotencia e inhibición sexual. En cuanto a ellas, vivían reprimidas, oprimidas y abandonadas sexualmente por sus maridos, sutilmente, Freud relacionó estos problemas a una hasta ahora desconocida dolencia psíquica: la histeria (del griego úotépa que significa útero, de ahí que se relacionara con las que poseían este órgano: las mujeres).
EL YO, EL ELLO Y EL SUPER-YO
Como conceptos fundamentales en el psicoanálisis, Freud dejó claro que la mente humana se ve “dominada” por tres entidades pertenecientes al mundo invisible del inconsciente. Empezando por el Ello, podríamos decir que engloba todo aquello que es innato, es la parte más primitiva y desorganizada de la personalidad de formas aun hoy desconocidas.
El Yo domina la capacidad de moverse espontáneamente a través de la auto-observación, que según el autor la realiza en dos sentidos:
1) Exteriormente: capta estímulos procedentes del mundo que nos rodea, los almacena en la memoria, discrimina los estímulos demasiado intensos de los que nos son favorables, se enfrenta a los estímulos moderados y finalmente mediante aprendizaje modifica aquéllos que son convenientes.
2) Interiormente: Principalmente se enfrenta a los instintos: al Ello discriminando aquéllos que llevan al dolor para acercarse a los que nos producen placer. (Doctrina del Hedonismo)
3) Displacer (tensión excitativa en aumento) y placer (tensión excitativa en disminución)
Por último el Super-Yo que podríamos definir como todo aquello que aprendimos, primero de nuestros padres, después de nuestros educadores y de todas aquellas personas, creencias, tradiciones familiares, etc, que nos causaron influencia de algún modo en la niñez y que nos quedó grabado en la mente. Al estar en oposición al Yo, es preciso para que haya equilibrio, una conciliación entre el Yo, el Super-Yo y la realidad existente.
El Ello y el Super-yo se asemejan en que ambas están influenciadas por pasajes del pasado (el Ello, las heredadas y el Super-Yo las adquiridas). El Yo, en cambio, está determinado por las vivencias del individuo, tanto las acontecidas en el momento actual como las que se adquieren de forma accidental.
La primera a tener en cuenta es la conciencia que a modo de introspección se define como aquel conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno. Digamos que es la parte racional del individuo.
A lo que más se dedica el psicoanálisis y por tanto, Freud, es al Inconsciente, (estado en que el individuo no se da cuenta de las impresiones que recibe) y por último el preconsciente que se podría definir como una subfase del inconsciente, pues es el paso que le separa de la conciencia. Esta transformación puede ocurrir voluntariamente (mediante nuestros esfuerzos) o bien sin intervenir nosotros (espontáneamente).
Ejemplo: conciencia-preconsciencia-inconsciencia: Cuando nos vamos a dormir, pasamos de estar despiertos, a estar semi-inconscientes y finalmente profundamente dormidos, es decir ya no tenemos relación directa con el mundo que nos rodea).
La conciencia se relaciona con el Yo más periférico, es decir, todo lo que percibimos del exterior.
También se relaciona con el Yo la preconsciencia, que en cuanto al Yo interior, hace mención a todo proceso que tenga que ver con la cognición y el intelecto.
También al Super Yo se le relaciona con el preconsciente, que al igual que al Yo, permanecen en la parte Inconsciente (recordemos que el preconsciente tiene la cualidad de poder estar en los dos estados principales que son el consciente y el inconsciente), en el sentido fenomenológico.
Solamente el Ello permanece en el Inconsciente, se trata de todo lo reprimido, todo aquello que no hemos aprendido y por tanto no está en el Yo ni en el Super-Yo.
Ya por último, Freud denominó proceso primario a todas las leyes y procesos que tienen relación con el inconsciente, y por tanto con el Ello, y procesos secundarios a todos aquéllos que tengan que ver con el preconsciente, luego con el Yo.
- Relación entre las ideas defendidas en el texto y la corriente intelectual y época a la que pertenecen.
Bien es sabido, que el método experimental de Freud era la propia experiencia con el paciente, las conversaciones que mantenía con él, no tenía ninguna intención de entrar en un laboratorio para experimentar sobre temas del inconsciente, para él lo principal era la psicoterapia y sus sesiones con pacientes, cosa que él mismo denominó “abundancia de observaciones fiables” y la dio por válida para experimentar sus argumentos y teorías.
Hemos dicho que la corriente intelectual del texto tratado es el Psicoanálisis. En la época que vivió Freud, esta corriente era una “recién llegada”, una ciencia innovadora que tocaba temas hasta entonces olvidados como pueden ser el sexo, el inconsciente, las mentes anormales, los sueños, etc. y en el contexto histórico en que se desarrollaron las teorías freudianas, sirvieron de tabla de salvación a muchas personas que por los acontecimientos vividos en el s. XIX, se veían obligados a reprimirse e inhibirse ante ciertos temas.
- Relación entre las ideas del texto y otras de ese mismo autor
La primera preocupación de Freud, dentro del campo del psiquismo humano, fue el estudio de la histeria, a través del cual llegó a la conclusión de que los síntomas histéricos dependían de conflictos psíquicos internos reprimidos y el tratamiento de los mismos debía centrarse en que el paciente reprodujera los sucesos traumáticos que habían ocasionados tales conflictos. La técnica utilizada en principio para ello fue la hipnosis.
Llegó a la convicción de que el origen de los trastornos mentales está en la vida sexual y que la sexualidad comienza mucho antes de lo que en aquellos momentos se pensaba, en la primera infancia. La afirmación de la existencia de la sexualidad infantil produjo muchas críticas y oponentes a su teoría.
Más tarde introduce otra técnica de tratamiento: la asociación libre. Al principio era paralela al uso de la hipnosis, pero esta última técnica la acaba desechando por considerarla menos efectiva. En las asociaciones libres el paciente expresa sin censuras todo aquello que le viene a la conciencia de forma espontánea. Posteriormente, incorpora la interpretación de los sueños en el tratamiento psicoanalítico, ya que entiende que el sueño expresa, de forma latente y a través de un lenguaje de símbolos, el conflicto origen del trastorno psíquico. La interpretación de los sueños es una ardua tarea en la que el terapeuta ha de vencer las "resistencias" que le llevan al paciente a censurar su trauma, como forma de defensa.
3. Semejanzas y diferencias entre las ideas del texto y las de otros autores y corrientes intelectuales.
El psicoanálisis en sus comienzos, e incluso en la actualidad, ha sido una doctrina que ha despertado grandes pasiones, a favor y en contra. Entre las críticas que se han hecho a la teoría de Sigmund Freud, la principal ha sido la falta de objetividad de la observación y la dificultad de derivar hipótesis específicas verificables a partir de la teoría.
A pesar de la gran reprobación que suscitaron las ideas freudianas, especialmente en los círculos médicos, su trabajo congregó a un amplio grupo de seguidores. Entre ellos se encontraban Karl Abraham, Sandor Ferenczi, Alfred Adler, Carl Gustav Jung, Otto Rank y Ernest Jones. Algunos de ellos, como Adler y Jung se fueron alejando de los postulados de Freud y crearon su propia concepción psicológica.
4. Actualidad del tema tratado y validez de sus ideas
El psicoanálisis es una parte de la ciencia sobre el alma, de la psicología. También se lo llama "psicología de lo profundo". Si alguien preguntara qué es propiamente lo psíquico, fácil sería responderle remitiéndolo a sus contenidos. Nuestras percepciones, representaciones, recuerdos, sentimientos y actos de voluntad, todo esto pertenece a lo psíquico. Pero si esa inquisición prosiguiera, y ahora quisiera saber si todos esos procesos poseen un carácter común que nos permitiera asir de una manera más ceñida la naturaleza o, como también se dice, la esencia de lo psíquico, sería más difícil dar una respuesta.
¿La psicología es una ciencia natural? ¿Qué otra cosa puede ser? Pero su caso es de diverso orden. No cualquiera osa formular juicios sobre cosas físicas, pero todos – tanto el filósofo como el hombre de la calle- tienen su opinión sobre cuestiones psicológicas y se comportan como si fueran al menos unos psicólogos aficionados. Y aquí viene lo asombroso: que todos –o casi todos- están de acuerdo en que lo psíquico posee efectivamente un carácter común en que se expresa su esencia. Es el carácter único, indescriptible pero que tampoco a menester de descripción alguna, de la condición de conciente, se dice que todo lo conciente es psíquico, y también, a la inversa, que todo lo psíquico es conciente...
El psicoanálisis se sustrajo de estas dificultades contradiciendo con energía la igualación de lo psíquico con lo conciente. No; la condición de lo conciente no puede ser la esencia de lo psíquico, sólo es una cualidad suya, y por añadidura una cualidad inconstante, más a menudo ausente que presente. Lo psíquico en sí , cualquiera sea su naturaleza, es inconsciente, probablemente del mismo modo que todos los otros procesos de la naturaleza de los cuales hemos tomado noticia.
Difícilmente se deba al azar que sólo tras el cambio en la definición de lo psíquico se volviera posible crear una teoría abarcadora y coherente de la vida anímica.
Nos es lícito creer, además, que esta otra concepción de lo psíquico sea una innovación debida al psicoanálisis... Hacía mucho tiempo que el concepto de inconsciente golpeaba las puertas de la psicología para ser admitido. Filosofía y literatura jugaron con el inconsciente a menudo, pero la ciencia no sabía emplearlo por eso en muchas ocasiones se convirtió en el tema “tabú” de muchos eruditos, condenándolo al ostraicismo. El psicoanálisis se ha apoderado de este concepto, lo ha tomado en serio, lo ha llenado de un contenido nuevo... A consecuencia de la naturaleza particular de nuestro discernimiento, el trabajo científico en la psicología consistirá en traducir procesos inconscientes a procesos concientes, y de tal modo de llenar las lagunas de la percepción conciente.
5. Conjeturas razonadas sobre las relaciones entre las ideas del texto y las características socio-culturales de la época en que fue escrito.
La era victoriana corresponde a los eventos que realizó la Reina Victoria durante su reinado en Inglaterra, concretamente desde el año 1837 al año 1901, caracterizada como una época remilgada y “chapada a la antigua”, fue una época de transformaciones sociales que obligaron a muchos eruditos a tomar posiciones sobre las cuestiones que sucedían. La época Victoriana refleja una gran expansión de poder, riqueza y cultura.
En el ámbito social, el nivel de vida en las ciudades había sufrido un considerable aumento debido, principalmente al aumento de población (los campesinos emigraban a las ciudades ya que allí tenían más posibilidades de sobrevivir y porque el campo ya no era rentable). Asimismo las familias notaron un cambio con estos nuevos acontecimientos: dejaron de ser familias numerosas. El coste de la vida era demasiado elevado como para mantener más de tres hijos y optaron por la abstinencia como medida de prevención de embarazos no deseados. Todo ello acarreó una serie de problemas “mentales” que se convirtieron en “incómodas” dolencias tipo histerias, inhibiciones, impotencia, y malestar mental que provocaban muchos problemas matrimoniales. Freud atendía en su consulta a pacientes con este tipo de enfermedades que en conjunto las denominó psiconeurosis. Con esta base escribió sus teorías (todas ellas carentes de base científica) y que a pesar de sus detractores, ha perdurado en la historia de la psicología y sigue siendo tema de actualidad en nuestros días.
Encontramos en Freud que la neurosis es el resultado de un conflicto entre el individuo y su medio, conflicto que nace a consecuencia de una negación en la persona atender una poderosa tendencia dominante que existe dentro de ella misma y procurarle una descarga. En la teoría de Freud, los síntomas neuróticos resultan de la interacción entre los impulsos instintivos que luchan por manifestarse y las estrategias defensivas. La persona se defiende por medio de mecanismos de represión sin ningún resultado. Por otro lado, Freud nos dice también que la etiología común de la enfermedad mental es siempre la frustración, el incumplimiento de deseos infantiles, jamás dominados y que se arraigaron hondamente en la mente del enfermo. La neurosis extrae del mundo de la imaginación y de la fantasía el material necesario para sus productos, hallándolos por medio de la represión a épocas reales anteriores y más satisfactorias. El mecanismo que se activa en la neurosis, según Freud, es no solo una pérdida de la realidad, sino una sustitución de ella. En consecuencia, la neurosis es una expresión de la rebeldía contra el mundo exterior, una incapacidad para adaptarse a la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario