Está claro, soy de lágrima fácil. Todo me da pena: que si se me ha muerto mi canario "Pepe", me sigo emocionando con el final de "Lo que el viento se llevó" (a pesar de ver por millonésima vez cómo Rett Burler abandona a la imposible Scarlett), no aguanto las críticas hacia mi persona (algo patológico desde el punto de vista psicológico), en fin cualquier excusa es buena para soltar una lágrima de vez en cuando. Tampoco es algo tan negativo, yo siempre he pensado que una persona de lágrima fácil, es en realidad una actriz frustrada: tanto drama tiene que ser por algún motivo. En fin, el otro día viendo en la televisión -una vez más- la noticia del funeral de Amy Winehouse (que por cierto, también me dió por soltar una lagrimita), resulta que se colaron dos humoristas y cual dos "plañideras" perdidas en un sepelio, ahí estaban ellos, con lagrimones de pimienta que les llegaban hasta las rodillas, lamentando la desaparición de la diva inglesa. "Quines poques feines", pensé en ese momento (que traducido al castellano viene a decir que estos dos "pollos" están muy ociosos) y parece ser que no, que ese es su trabajo: colarse en celebraciones ajenas, les da igual carne que pescado, que sean sepelios o que sea la graduación de la hija de Obama, eso no importa: todo por la audiencia, y es que resulta que estos dos "pajaritos de vuelo alto" por lo visto son dos humoristas sin escrúpulos que por vender y sacar tajada, venderían hasta las bragas de su madre cual obra de arte en el museo Van Gogh de Amsterdam, haciéndose pasar por impresionsitas post modernos. En el amor y en la guerra todo vale. En los negocios, también. Ahora que hay que ser muy ("cabroncitos") "carboncitos" para ir a un funeral y hacerse pasar por íntimo del muerto/a y que encima te tengan que dejar un klinnex para sonarte los mocos y secarte los lagrimones.
Pero bueno eso a Amy, tampoco debe importarle mucho en estos momentos y a los que la sobreviven, pues como que tampoco, porque gracias a la desgracia que les ha tocado vivir, ahora los discos de la Winehouse (que no Whitehouse, como mucha gente pronunciaba su apellido) se venden como churros y si los dos "pin y pon" del humor se hacen ricos con esta chorrada ¿ qué no harán los herederos de la cantante?
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