A todos nos gusta destacar por algo. Unos presumirán de tener los ojos de color violeta (como la inolvidable Liz Taylor), otros destacaran por sus labios carnosos y en lo material, pues lo mismo; destacaremos por tener un Ferrari, un chaletazo de lujo en la montaña, etc. No obstante destacar está bien, pero destacar ¿Por llamarte Harper Seven? O ¿ Bingham 'Bing' Hawn Bellamy? (¿Perdone?). Está claro que entre el famoseo más selecto, esto es lo que se lleva.
A los señores Beckham, reyes de la pijería más selecta del "mundo mundial" no se les ha ocurrido otra cosa que, para celebrar que por fin han tenido a su primera hija, ponerle de nombre uno que más que para niña, parece sacado de un personaje de una película de Tim Burton (sin desmerecer a este gran director que siempre ha destacado por su originalidad) y le han puesto Sleepy Hollow, perdón, perdón Harper Seven. Ya destacando desde jovencita, ¡qué Dios nos asista cuando cumpla los dieciocho! Y que se prepare Paris Hilton.
Kate Hudson y su reciente maternidad. Me encanta esta mujer. Siempre haciéndonos reír con sus películas dulzarronas tirando a empalagosas y ahora para no perder la costumbre, va y nos hace desternillar con el nombre que le ha puesto a su ¿hijo? (creo que es niño) nada más y nada menos que: Bingham “Bing” Hawn Bellamy. ¿Pero de dónde han sacado ese nombre? ¿De una etiqueta de bebida isotónica? Más que un nombre parece una maldición. ¿Dónde empieza el nombre y dónde los apellidos? ¿Se lee como un continuo? ¿Es un todo o sólo la suma de las partes? No entiendo nada. Cuando vaya al cole, nadie querrá ser amigo suyo ¡qué pereza aprenderse su nombre!
-"¿Con quién te sientas en clase, cariño?
- "Buff no sé, con un niño que es hijo de Kate Hudson".
- "Ah qué bien, y cómo se llama?"
- "¡Ostras mamá, cómprate el Hola y lo averiguas, te lo aprendes y ya que estás, me informas".
Creo que ni siquiera los profesores pasarán lista en clase, para qué, si cuando acaben de leer todo este nombre ya habrá sonado el timbre, es más ya habrá acabado el curso.
Pero seguimos con la crème de la crème, tenemos a nuestro bien amado Alejandro Sanz (de origen español pero afincado en Miami, dónde vamos a parar) que ha sido padre por ¿tercera vez?, con su pareja actual Raquel Perera y han llamado a su vástago Dylan (supongo que Sánchez Perera). Dylan, nombre anglosajón + apellidos hispanos: es como ponerse un jersey de rayas verticales con unos pantalones a cuadros y una corbata de topos. Vamos que ni con cola. Ahora que si el niño quiere dedicarse a los culebrones cuando sea mayor, fácil lo tiene, no sólo por el “empujoncito de ser hijo de” sino que también llamándose así, tiene medio camino recorrido.-"¿Con quién te sientas en clase, cariño?
- "Buff no sé, con un niño que es hijo de Kate Hudson".
- "Ah qué bien, y cómo se llama?"
- "¡Ostras mamá, cómprate el Hola y lo averiguas, te lo aprendes y ya que estás, me informas".
Creo que ni siquiera los profesores pasarán lista en clase, para qué, si cuando acaben de leer todo este nombre ya habrá sonado el timbre, es más ya habrá acabado el curso.
En el mismo Miami, segunda calle a la derecha según se entra, tenemos a la ya ex pareja, compuesta por nuestro “triunfito” más internacional, David Bisbal y Elena Tablada, que llamaron a su primera hija Ella (bella como una estrella) Bisbal Tablada. Por desgracia, como decía, recientemente se han separado y no han podido dar un hermanito a la pequeña Ella, que supongo le habrían puesto de nombre Él Bisbal Tablada. ¡ Ay David, si te hubieras casado con nuestra Chenoa qué bonito hubiese sido llamarla Laurita !
Y bueno, ya para finalizar, aunque podríamos extendernos hojas de pergamino enteras, tenemos a nuestros escurridizos Pe y Ja (vi), que renegando como han hecho muchos otros famosillos de este, nuestro país de “peinetas y panderetas” huyeron a los EEUU (según su versión; por motivos laborales y para buscar la tranquilidad que aquí les han robado y porque es más guay ser de California que de Alcobendas y "porque sí, tía porque yo lo valgo") y allí mismo en la suite de la mejor clínica de LAX tuvieron a su primer retoño a principios de este año al que llamaron Leo, ahora que no me preguntéis de dónde viene este nombre; no sé si es un diminutivo de Leonardo, de Leopoldo, de Leónidas, de Leocadio, de Rey León o simplemente que al chaval le han puesto Leo, a secas, que es más chic. Es una duda que siempre tendré, porque obviamente al Sálvame de Luxe no acudirán para disipármela. Por cierto, yo a mi hija la llamaré Trebuchet (como la fuente de este texto) y si es niño Courier.
1 comentario:
muy bueno
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